sábado, 29 de noviembre de 2008

Un partido de ¿todos?

El congreso del PP segoviano del próximo día 13 de diciembre, parte con un déficit democrático importante. El sistema de elección de la Dirección Provincial, y de aprobación de propuestas deja muy pocos resquicios a la disidencia dentro del partido.

Es un sistema viciado que no fomenta la participación de los afiliados y que será afirmado en el propio congreso con la más que presumible aprobación de la ponencia "Un partido de todos".
En esencia lo que se va a aprobar es lo siguiente:


-Se elige a la Directiva Provincial por el voto de los compromisarios, no de los afiliados.
-El 20% de estos compromisarios no son electos, sino fundamentalmente los afines a la Dirección actual.
-El 80 % restante (los en teoría electos) se reparten entre las organizaciones territoriales por la Comisión Organizadora del Congreso , con criterios discutibles. En la práctica las votaciones entre los afiliados ni siquiera se llevan a cabo, sino que los compromisarios los deciden los miembros de la propia Comisión Organizadora.
-Los afiliados no tenemos derecho a presentar enmiendas a las ponencias. Tampoco existe cauce alguno para que nuestras ideas o propuestas puedan ser difundidas entre el resto de los afiliados. A cambio se propone una figura llamada "Valedor del Afiliado", cuyas funciones probablemente alcancen el adjetivo de decorativas.
-Los candidatos electorales del partido (Congresistas, Senadores, Procuradores etc.) son elegidos por un Comité de sólo 9 miembros, atendiendo a criterios generales tales como el mérito, la igualdad, la antigüedad, la capacidad etc. ,con una gran carga de subjetividad. Esto invalida este sistema de elección en términos democráticos. Lo reducido del comite, la vaguedad de los criterios y lo jugoso del premio, es el caldo de cultivo ideal para el establecimiento de una oligarquía.


El Partido Popular, con tres cuartos de millón de afiliados, es el partido más grande de España, pero no consigue ganar las elecciones generales. Sus afiliados somos el mejor activo del partido, pero no participamos en su funcionamiento interno. Modos más democráticos y participativos en la vida interna del partido, seguro que redundarían en una mayor eficacia en términos electorales.


Abogo por una democracia interna "real", donde cada afiliado tenga voz y voto; de modo que he elaborado mis propias enmiendas a la ponencia "Un Partido de Todos", para que el contenido merezca tal título.